Los Moros y Cristianos de Oliva, declarados como Fiesta de Interés Autonómico están ya a la vuelta de la esquina y como cada año, el tradicional concierto de Música Festera que tuvo lugar ayer domingo, sirvió como punto de partida para una semana en la que la música jugará sin duda un papel principal. Y es que durante los cuatro días grandes de la ciudad, los que van de jueves a domingo, la música se convierte en un elemento principal de la fiesta, con las decenas de bandas de música y charangas que se dejan sentir en cada esquina.
En este contexto, el festival de Música Festera que desde hace años organiza el Ayuntamiento, dio buena muestra de la importancia cultural y social de las marchas moras y cristianas, en una cita en la que se estrenaron hasta tres composiciones relacionadas con la ciudad y en la que se interpretaron otras tantas obras de temática festiva.
El concierto comenzó con la actuación de la Rotovense Musical, que bajo la dirección del olivense Ferran Escrivà, interpretó cuatro obras de marcado carácter local. La primera fue «26 d´abril», un paso doble escrito por Raül Ortiz y dedicado a los festeros Paco Pérez e Isa Gisbert con motivo de su casamiento. La segunda obra interpretada fue «Creu d´Amelia», una marcha cristiana dedicada a la alférez cristiana de Altea de 2015, de la Filà Creuats.
No obstante, sin duda uno de los platos fuertes de la actuación de los músicos de Ròtova fue «Fester», una marcha mora dedicada a Manolo Arnal, uno de los más insignes festeros de la ciudad de Oliva, actual presidente de la Federación de Moros y Cristianos, y que fue escrita con motivo de su 60 aniversario por Saül Gómez, quin además es el actual director de la banda de Oliva. Para terminar su actuación, la Rotovense Musical interpretó el pasodoble que lleva el nombre de su propia sociedad, y que fue escrito por Álvaro Navarro para conmemorar el aniversario de la fundación de la banda.
Tres estrenos locales
pero los momentos más esperados de la cita se vivieron ya en la segunda parte, cuando la banda sinfónica de la Associació Artístico Musical de Oliva subió al escenario instalado frente al castillo de fiestas para interpretar un repertorio que incluía hasta tres estrenos diferentes.
El primero fue «Maria Ambaixadora», un paso doble compuesto por Miquel Sarrió y que está dedicado a Maria Peiró, la embajadora cristiana de Oliva en estas fiestas de 2016. También el capitán cristiano de Oliva de este año, Vicent Just, tuvo su particular homenaje musical, y la banda interpretó por primera vez el pasodoble «Capità Just», escrito por Enrique Alborch para la ocasión. El propio Just subió al escenario para recibir en mano la partitura que lleva ya su nombre, tal y como momentos antes había hecho su embajadora.
El tercer estreno de la noche, y que sirvió para cerrar el concierto, fue el de la obra «Esquadra Almorabitum», compuesta por Àngel Garcia. Se trata de una marcha mora que fue galardonada con el premio del público del concurso Francesc Cerdà de l´Olleria de 2015, y que está dedicada a la escuadra olivense del mismo nombre.
Por este motivo, la composición tuvo también una gran acogida y su estreno a cargo de los músico locales sirvió para cerrar un cartel de primer nivel, que se completó con la marcha cristiana «Akitania», obra de Saül Gómez, que a su vez es el director de la banda de Oliva.
Con este programa, que incluía hasta tres estrenos en clave localo, el Festival de Música Festera de Oliva sirvió para marcar el inicio de unas fiestas que en la ciudad se viven por todo lo alto y en la que, una vez más, las composiciones musicales y el buen hacer de los cientos de músicos que se darán cita, jugarán un papel destacado.