Por Bernat Ferrer
[SECCIÓN DE HONOR] Los primeros indicios de esta agrupación musical datan de 1858, siendo municipal en sus inicios y tomando diferentes denominaciones a lo largo de aquellos años. En algunos momentos atravesó situaciones críticas, hasta que en el año 1929 se constituyó la Sociedad “Unión Musical”, con el fin de mantener y proteger a la Banda de Música.
Desde entonces ha continuado ininterrumpidamente su andadura y crecimiento. En la actualidad, la Sociedad Unión Musical de Almansa cuenta con una Banda de más de 150 plazas. Tiene, además, una Escuela de Música y Danza de 350 alumnos, una Banda Infantil con más de 30 alumnos, una Banda Juvenil con 90 plazas, una Escuela Coral con más de 40 alumnos y una Masa Coral de 40 componentes. Cuenta con casi 800 socios que respaldan la labor educativa, musical y artística desarrollada por todos sus colectivos; y dispone de una sede social con varias aulas, locales de ensayo y un auditorio.
¿Cuáles son las motivaciones por las que la sociedad musical que usted preside ha decidido participar en el certamen de 2025 de la ciudad de Valencia?
La banda de la Sociedad Unión Musical de Almansa tiene una antigua y larga tradición de participación en certámenes. Ya en 1915, 1916 y 1918, obtuvimos el primer premio en el Certamen de Albacete. Desde entonces hemos seguido participando en numerosos certámenes en los que hemos obtenido más de 16 premios.
¿Por qué hemos decidido participar este año en Valencia? Las razones son muy diversas. Hay razones de prestigio. Queremos dar a conocer la calidad de nuestra banda y, es indudable que, participar en un certamen como este conlleva prestigio. Razones de motivación y superación; de la preparación del certamen eleva el nivel de exigencia de la banda y fomenta la cohesión, el esfuerzo y el compromiso de nuestros músicos. Razones de experiencia y aprendizaje. Permite aprender de las otras agrupaciones y perfeccionar aspectos técnicos y musicales. Recibir la valoración de un jurado experto ayuda a identificar qué debe mejorarse. Es un enriquecimiento y experiencia para los músicos más jóvenes y, además, puede abrirnos una ventana a nuevos proyectos e intercambios. Significa también una proyección para Almansa, nuestra ciudad. Venimos a aprender de las mejores bandas y sociedades musicales del mundo.
¿Qué método han usado para tomar la decisión?
El método que hemos seguido comprende varios pasos sucesivos y progresivos. En primer lugar, es una idea que la Junta Directiva ha estado madurando durante varios años y hemos valorado si podía ser viable tanto artística como económicamente. Los delegados de la banda la tildaron como muy positiva. Después se consultó con nuestro director para ver si él veía factible participar en la Sección de Honor. Nuestra idea era la de no dejar fuera a ningún integrante de la banda. Tenía que ser un proyecto para todos. Luego se hizo un referéndum entre los músicos recabando su compromiso para incrementar el número de ensayos y su asistencia. Después buscamos el apoyo deñ Ayuntamiento de Almansa y con la Diputación de Albacete. La respuesta, de momento verbal, ha sido muy esperanzadora. Nos gustaría que fuera un proyecto tanto de la ciudad de Almansa como de la provincia de Albacete. Incluso me atrevería a decir que de todos los castellano-manchegos.
¿Qué vinculación tienen con el Certamen?
Nuestra vinculación con este evento no es reciente. Se remonta a hace más de 40 años, lo que refleja una trayectoria sólida y, por lo tanto, ya tenemos una cierta tradición consagrada. Nuestra primera participación en el Certamen Internacional fue en 1983, en la 2ª Sección, y obtuvimos un 3º premio. En 1995 volvimos, pero esta vez por la 1ª Sección y obtuvimos un 2º premio. En el año 2005 volvimos a participar por la 1ª Sección.
¿Qué tipo de esfuerzo se requiere para que una sociedad como la suya esté en condiciones de acudir a una competición tan exigente?
El esfuerzo, como puede imaginar, es extraordinario. La participación es un desafío y supone un esfuerzo titánico en varias áreas. La dificultad técnica y artística de las obras a interpretar requiere aumentar el número de ensayos. Hemos recurrido a asesoramiento externo para perfeccionar la interpretación.
Estamos a mitad del camino ¿Cómo ve el ambiente entre los músicos y los directores?
Creo que estamos en un momento clave. A estas alturas intentamos mantener una mentalidad fuerte y espíritu de equipo. Todavía no han aparecido síntomas de cansancio y el estrés, de momento, es manejable. Entre los músicos hay ilusión, y espíritu de equipo. En el director y entre el equipo artístico impera una mezcla de exigencia, concentración, confianza… Por parte de la directiva, de la sociedad y del municipio se palpa una sensación de apoyo incondicional.
¿Puede comentarnos el título y el autor de la obra de libre elección? ¿Qué pueden aportar a esta obra?
La obra de libre elección que interpretaremos es “A Day in Valencia”, de Gregory Fritze. La elección de la obra libre ha sido fruto de la búsqueda de una obra de las altas dificultades técnicas como se merece la sección de honor del Certamen “Ciutat de València”, creación de un compositor consagrado internacionalmente como es Gregory Fritze. Representa nuestro paso por Valencia. “A Day in Valencia”. Pensamos que es una obra super inspiradora para todos y creemos que la disfrutarán mucho.
¿Qué repercusión ha percibido usted en el ámbito urbano de su pueblo o ciudad? ¿Están recibiendo ayuda de su municipio?
En Almansa hay ambiente de orgullo, de ilusión y de moderado optimismo.
Pero le garantizo que se van a vivir momentos de locura para conseguir entradas. Los almanseños se sienten especialmente orgullosos de su castillo y de “Su Banda”… Tanto el Ayuntamiento como la Diputación nos han mostrado su apoyo incondicional
Y finalmente, desde el año pasado el ayuntamiento de Valencia ha potenciado cambios en la organización del Certamen ¿Qué destacaría de ello y díganos también si estos cambios han influido en la toma de decisión?
El hecho de que el Ayuntamiento decidiese en el 2024 incrementar la aportación económica del Certamen casi un 50% para consolidarlo como el mejor y, a la vez, convertirlo en el mejor pagado del mundo, fue una buenísima noticia. Nos parecen medidas adecuadas para conseguir que el Certamen de Valencia continúe siendo el primer referente internacional en su campo. Nos parece también pertinente que se haya incrementado la remuneración del jurado para hacerlo atractivo y conseguir que sus miembros sean profesionales que gocen de reconocido prestigio internacional, como garantía de independencia, trasparencia y justicia. Será el tiempo lo que determine si son acertadas o no. Lo cierto y fijo es que el incremento de la aportación directa a nuestra banda ha supuesto un pequeño empujón, que si bien es cierto no ha sido el fundamental, sí ha sido determinante para vencer reticencias. La posibilidad de que las bandas de la sección de honor sean propuestas para realizar acciones culturales y festivas en colaboración con la administración; o la celebración de ciclos especiales con las bandas ganadoras del certamen, nos suena a Música Celestial, a sueño imposible de una ciudad pequeña como es Almansa, enclavada en una provincia modesta en lo económico, pero dispuesta a ser vibrante en lo cultural.
No quiero despedirme sin antes dar las gracias por habernos permitido participar en el Certamen y por habernos dado voz. A partir de ahora seremos un poquito mejor conocidos.